Citas de Los juegos del hambre

De Suzanne Collins.



1. “La cara de Prim era tan fresca como una gota de agua, tan encantadora como la prímula que le da nombre”

2. “Así que aprendí a morderme la lengua y ponerme una máscara de indiferencia para que nadie pudiese averiguarlo que estaba pasando.”

3. “¿Irnos? ¿Cómo iba a dejar a Prim que es la única persona en el mundo a la que estoy segura de querer?”

4. “¡Felices juegos del hambre! ¡Y que la suerte esté siempre de vuestra parte!”

5. “Me quedo donde estoy, sin moverme, mientras ellos expresan su desacuerdo de la forma más valiente que saben: el silencio. Un silencio que significa que no estamos de acuerdo, que no lo aprobamos, que todo está mal”

6. “Porque no puedo decirle a mi madre que luche si yo ya me he rendido. Además, no es propio de mi entregarme sin presentar batalla, aunque los obstáculos parezcan insuperables”

7. “Pero tengo mucha experiencia en no demostrar mis sentimientos, y eso es lo que hago”

8. “Un Peeta Mellark amable es mucho más peligroso que uno desagradable. La gente amable consigue abrirse paso hasta mí y quedárseme dentro, y no puedo dejar que Peeta lo haga, no en el sitio al que vamos”

9. “Ademas, un lugar pequeño y retorcido de mi interior lo odiaba por su debilidad, por su negligencia”

10. “Durante un instante intento imaginarme cómo séra el interior de la cabeza de esta mujer. ¿Qué pensamientos llenan las horas en que esta despierta? ¿Qué sueños tiene por las noches? No tengo ni idea”

11. “—No me sueltes —dice, y la luz del fuego se refleja en sus ojos azules”

12. “Después me ofrece una sonrisa de dulzura tan genuina, con el toque justo de timidez, que hace que me sienta muy cerca de él”

13. “«Bueno, si se ejerce la suficiente presión sobre el carbón, ¡Se convierte en una perla!»”

14. “Aunque tenga muchos defectos hay que admirar la determinación de esta mujer”

15. “—Igual que a ti
        —No lo entiende —dice Peeta, dirigiéndose a Haymitch y poniendo los ojos en blanco— No entiende el efecto que ejerce en los demás”

16. “Fue la primera vez que lo vi sonreír; la sonrisa convertía al chico amenazador en alguien a quien te gustaría conocer, aunque tuvieron que pasar varios meses para que volviese a sonreír de nuevo”

17. “—Pues aprende deprisa. Tienes tanto encanto como una babosa muerta —Ay, eso duele…”

18. “Mi espíritu; eso es nuevo. No sé bien que significa, aunque sugiere que soy una luchadora, que soy valiente o algo así. Tampoco es que no sepa ser agradable. Vale, quizá no vaya por ahí repartiendo amor entre la gente, quizá sea difícil hacerme sonreír, pero ahí personas que me importan.”

19. “— ¡Me ha hecho parecer débil!”

20. “— ¡Te ha hecho parecer deseable! Y, reconozcámoslo, necesitas toda la ayuda posible en ese tema. Eres tan romántica como un trozo de roca hasta que él dijo que te quería. Ahora todos te quieren y solo hablan de ti. ¡Los trágicos amantes del distrito 12!”

20. “—Después de que dijese que me quería, ¿A vosotros os parecio que podría estar enamorada de él? —les pregunto.
        —A mi si —responde Portia—. Por la forma en que evitabas mirar la cámara y el rubor en las mejillas.”

21. “—No sé cómo expresarlo bien. Es que… quiero morir siendo yo mismo. ¿Tiene sentido? —pregunta, y yo sacudo la cabeza ¿Cómo va a morir siendo alguien más?—. No quiero que me cambien ahí afuera, que me conviertan en una especie de monstruo, porque yo no soy así. —me muerdo el labio, sintiéndome inferior. Mientras yo calculaba sobre la existencia de árboles; Peeta le daba vueltas a cómo mantener su identidad. Su esencia”

22. “Lo que te consigue ayuda no es la  lastima, sino la admiración cuando te niegas a rendirte”

23. “Me meto en una pesadilla de la que me despierto solo para encontrarme con algo aun peor. Las cosas que más miedo me dan, las cosas que más temo que le sucedan a los demás, se manifiestan con unos detalles tan vividos que me parecen reales. Cada vez que me despierto pidiendo que por fin se ha acabado todo, pero no, tan solo es el comienzo de un nuevo capítulo de torturas.”

24. “—Si lo hizo seguramente será parte de su actuación. Ya sabes, para que la gente crea que me quiere.
        —Oh —dice Rue pensativa—. A mí no me pareció una actuación.”

25. “No te preocupes, pensare en algo. Destruir cosas es mucho más fácil que construirlas”

26. “Que los haga responsables, que les demuestre que da igual lo que hagan o lo que nos obliguen a hacer, porque siempre habrá una parte de cada uno de nosotros que no será suya. Tienen que saber que Rue era algo más que una pieza en sus juegos, igual que yo misma.”

27. “Me inclino sobre él y acerco el oído a uno de sus labios, que me hacen cosquillas cuando me susurra —Recuerda que estamos locamente enamorados, así que puedes besarme cuando quieras.
      —Gracias —respondo, apartando la cabeza de golpe, pero sin poder evitar reírme—. Lo tendré en cuenta”

28. “Haymitch no podía enviarme un mensaje más claro: Un beso equivale a una olla de caldo. Casi lo oigo gruñir: «Se supone que estas enamorada preciosa, y el chico se está muriendo. ¡Dame algo con lo que pueda trabajar!»”

29. “Ah, vale, volvemos al tema del romance. Le toco la mejilla, y él me coge la mano y se la lleva a los labios. Recuerdo que eso mismo hacia mi padre con mi madre y me pregunto dónde lo había visto Peeta, porque de seguro no ha sido entre su padre y esa bruja con la que se casó
        —Se acabaron los besos hasta que comas —le digo”

30. “Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios ni de fiebre ni de frio. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo”

31. “Me he pasado tiempo asegurándome de no subestimar a mis contrincantes, que se me había olvidado que sobreestimarlos es igual de peligroso”

32. “Cuando nos tumbamos, él me baja la cabeza para que use su brazo de almohada, mientras me pone encima el otro brazo, como si deseara protegerme, incluso dormido. Hace mucho tiempo que nadie me abraza así; desde que mi padre murió y dejé de confiar en mi madre, ningún brazo me ha hecho sentir tan a salvo”

33. “—No de verdad. Y justo cuando termino la canción lo supe: estaba perdido, igual que tu madre. Después durante los once años siguientes, intente reunir el valor suficiente para hablar contigo
       —Sin mucho éxito.
       —Sin mucho éxito. Así que, en cierto modo el que saliese mi nombre en la cosecha fue un golpe de suerte.”

34. “Durante, un instante siento una alegría casi absurda y después no entiendo nada. Porque se supone que estamos inventándonos estas cosas, fingiendo estar enamorados, no estándolos de verdad.”

35. “—Lo recuerdo todo sobre ti —responde él poniéndome un mechón suelto detrás de la oreja— Eras la única que no se daba cuenta
        —Ahora sí.”

36. “—Bueno, aquí no tengo mucha competencia.
          Quiero retirarme, cerrar de nuevo las compuertas, pero sé que no puedo, es como si oyese a Haymitch susurrándome al oído «Dilo, dilo». Asi que trago saliva y me arranco las palabras.
        —No tienes competencia en ninguna parte.
          Esta vez soy yo la que se inclina para besarlo. ”

37. “—De acuerdo. Va a ser una hora muy larga.
        —Quizá no tanto —responde él— ¿Qué estabas diciendo justo antes de que llegase la comida? Algo sobre no tener… competencia..., que soy lo mejor que te ha pasado…
        —No recuerdo haber dicho eso ultimo —digo esperando que aquí esté demasiado oscuro para que las cámaras recojan mi rubor.
        —Ah ves, verdad, eso era lo que estaba pensando yo. Ven aquí, me estoy helando.”

38. “—Entonces, ¿Ni siquiera te has fijado en las otras chicas desde que teníamos cinco años?
        —Me fijaba en casi todas, pero tú eras la única que me dejaba huella”

39. “¿         En quién se transformara si volvemos a casa? ¿Quién será este asombroso buenazo que miente tan bien que todo Panem cree que está loco de amor por mí? Reconozco que hay momentos en que yo también me lo creo. «Al menos, seremos amigos» pienso”

40. “— ¡Para! —digo tapándole la boca, aunque riéndome— Cato podría estar ahí afuera
        — ¿Qué más me da? —asegura, cogiéndome de la mano y acercándome a él—. Te tengo a ti para protegerme, pero no sin antes ganarme otro beso”

41. “— ¡Y has comido sin mí!
           La verdad es que no me importa, solo quiero tener otra cosa por la que enfadarme
        — ¿Qué? No, yo no he sido
        —Oh, entonces supongo que las manzanas se han comido el queso”

42. “Peeta empieza a adormecerse y, cuando cabecea, me pongo a chillar su nombre cada vez más alto, porque si se muere y me deja sola, sé que me volveré completamente loca. Está esforzándose, seguramente más por mí que por él, y le resulta difícil, porque desmayarse seria su forma de huir. Sin embargo, el subidón de adrenalina, que me corre por el cuerpo me impediría dormirme, así que no puedo dejar que lo haga él. No puedo”

43. “Creo que las palabras que intenta decir son por favor. La compasión y no la venganza es lo que guía mi flecha a su cabeza. Peeta me sube de nuevo y allí me quedo, arco en mi mano, con el carcaj vacío”

44. “—Pues dispárame —respondo furiosa, devolviéndole las armas con un empujón — ¡Dispárame, vete a casa y vive con ello!
         Mientras lo digo, sé que la muerte aquí, ahora mismo, sería más fácil que seguir viviendo.
       —Sabes que no puedo”

45. “— ¡No, no puedes suicidarte!
        Me pongo de rodillas e intento pegarle la venda en la herida, desesperada
       Katniss, es lo que quiero”

46. “Quizá… porque, por primera vez… tenía la oportunidad de conservarlo”

47. “—Entonces, ahora que me tienes ¿Qué vas a hacer conmigo?
        —Ponerte en algún sitio en el que no puedan hacerte daño —respondo, volviéndome hacia él. Cuando me besa, la gente del cuarto deja escapar un suspiro de verdad”

48. “Por el rabillo del ojo veo que Peeta me ofrece la mano y lo miro vacilante.
        — ¿Una última vez?, ¿Para la audiencia? —me dice no en tono de enfado, sino hueco, lo que es mucho peor… El chico del pan empieza a alejarse de mí.

       Lo cojo de la mano con fuerza, preparándome para las cámaras y temiendo el momento en que no me quede más remedio que dejarlo marchar”

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